Mi querido Amigo/amiga.


El acto de redimir significa sacar de la esclavitud al cautivo, no seamos esclavos de nosotros mismos ofreciéndonos a los demás en bandeja de plata. ¿Te lo habías planteado de esta manera?

Nos redimimos a través de un gran acto de amor y entrega hacia nosotros mismos, reconociendo que a veces limitamos nuestra verdadera esencia al imponernos barreras y filtros. Estas limitaciones nos encierran en un campo acotado, deseando saltar las vallas del miedo, pero siendo retenidos por el afán de control.

La redención llega cuando perdonamos y aceptamos nuestras imperfecciones, abrazando nuestra vulnerabilidad. En este proceso, nos aquietamos y nos volvemos menos reactivos, menos compulsivos en querer tener siempre la razón. Incluso lo que nos metemos en la boca cada alimento suma a contribuir a esta metamorfosis, también es importante observar que consumimos mentalmente, ya que este consumo consciente nos anima a buscar más el ser que el hacer.

En realidad, este acto de profunda liberación nos conecta con nuestra parte más divina, permitiéndonos manifestar la luz de nuestra verdadera esencia impulsándola a florecer.

"Dicen algunos sabios buscar primero vuestro Reino interior y el resto se os dará por añadidura".

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