Mi querido Amigo/amiga.


A veces, nos encontramos aferrados a creencias que, aunque nos causan daño, nos brindan seguridad.

Provenientes de nuestro entorno familiar, que ha sido nuestro sostén en los primeros años de vida. Normalizamos lo que allí sucedía, considerándolo verdadero. Sin embargo, comprendemos que nuestro camino y nuestro proceso son únicos y personales.

Debemos reconocer y reconducir, si es necesario, hacia dónde queremos ir y desapegarnos de aquellas creencias que ya no nos sirven para soltarlas y dejarlas ir, para crear las nuestras propias, las que nos definen en este momento. Estas nuevas creencias deben tener la fuerza para apoyarnos e impulsarnos en el camino hacia nuestra libertad interior. Sabemos que no es fácil, pues a veces sentimos que debemos ser fieles a la manada, pero estamos decididos a seguir nuestro propio rumbo.

Aquí tienes algunas formas sencillas para desapegarse y cuestionarte las creencias que crees que ya no te identifican o no te acercan a tus objetivos personales de vida.

• Cuestiona tus creencias: Reflexiona sobre por qué crees lo que crees y si realmente tienen fundamento.
• Exponerte a nuevas ideas: Lee libros, escucha podcasts o habla con personas que tienen diferentes puntos de vista.
• Practica la mente abierta: Estar dispuesto a considerar otras perspectivas sin juzgarlas de antemano.
• Medita: La meditación puede ayudarte a observar tus pensamientos y emociones sin identificarte con ellos.
• Practica el desapego emocional: Aprende a separar tu identidad de tus creencias para no sentirte amenazado cuando sean desafiadas.
• Sé flexible: Está abierto a cambiar de opinión a medida que adquieres nuevos conocimientos o experiencias.
• Busca el equilibrio: No te aferres demasiado a tus creencias ni te desprendas completamente de ellas, está muy bien encontrar un punto intermedio donde podamos ser adaptable y receptivos.