La cueva, la cima y el río

Mi querido amigo/amiga .
Escuché una vez que todos deberíamos tener una cueva, una cima y un río.

Un río para fluir, una cueva para recogernos, y una cima para mirar las cosas con perspectiva.

Todo esto, en conjunto, parece formar parte del proyecto y diseño humano que hemos venido a desarrollar aquí: un viaje lleno de dificultades, pero también de momentos hermosos.

Quizá lo más sabio no sea buscar siempre los picos de felicidad ni temer los valles del dolor, sino aprender a mantener una velocidad crucero, esa velocidad que nos permita seguir adelante de manera estable, serena y más contemplativa…

—qué palabra tan preciosa, serena.

¿Dónde estás tú ahora: ¿en la cueva, en el río o en la cima?

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