Mi querido amigo/amiga .
¿Qué pasa dentro de nosotros cuando, aún sin entendernos, sentimos la necesidad de hablar?
Expresarse…
Poder expresarnos en momentos de confusión, cuando ni siquiera sabemos bien qué nos está ocurriendo, es un acto profundamente humano. A veces no buscamos respuestas ni soluciones, solo el alivio de poner en palabras lo que pesa. Nombrar, aunque sea de forma torpe o incompleta, puede abrir un espacio de calma en medio del caos.
Mostrar nuestra vulnerabilidad no es solo un regalo para nosotros mismos; también lo es para quienes nos rodean. En un entorno cuidado, libre de juicio y lleno de acogida, compartir lo que somos—con nuestras luces y nuestras sombras—nos honra, nos fortalece y nos enriquece mutuamente.
Por eso, gracias, vuelvo a dar las gracias y no me canso.
Gracias a las personas que han confiado en mí en momentos de gran vulnerabilidad.
Y gracias también a quienes me han ofrecido su escucha, su presencia, y su cuidado cuando yo he necesitado expresarme sin entenderme del todo.
www.raquelagelan.com
