Mi querido amigo/amiga .
Me encantaría alcanzar en esta vida, lo que se supone que es la cima de mi juego.
Siento que la vida es puro juego, una dinámica en la que constantemente se nos reparten cartas, cada jugada contiene nuevas posibilidades invitándonos a explorar cómo queremos jugarlas.
A medida que integro experiencias y obtengo claridad sobre mis valores y principios, descubro que ellos son mi guía. Me dan confianza a decidir cómo quiero jugar mis cartas, y desde dónde.
Y, al mismo tiempo, noto que revisar esos valores y principios —preguntarme si aún me representan, si aún me sirven para llegar a quien quiero ser— es, quizás, uno de los actos más importantes de vivir con presencia.
¿Qué valores estoy sosteniendo que tal vez ya no me pertenecen?
