Mi querido amigo/amiga .
¿Qué te sostiene… de verdad, cuando te derrumbas?
Haciendo un análisis desde mi propia experiencia de vida , puedo decir que en los momentos más vulnerables —esos en los que todo parece venirse abajo, en los que no sabes hacia dónde tirar, ni cómo continuar— el sostén ha venido desde distintos lugares.
Me ha sostenido la claridad y la confianza que he sentido en Dios.
Me ha sostenido la palabra reveladora de un familiar.
Me ha sostenido ese vínculo profundo con un amigo que no se quedó en la superficie, que no fue neutral, que se implicó de verdad y fue a por todas conmigo.
Cuando sientes eso —cuando alguien te dice: “Estoy contigo”, y lo sientes como una verdad tan poderosa que te atraviesa — algo en ti despierta.
Surge una fuerza interna, una conexión con tu propio poder. Y es ahí cuando puedes sostenerte, avanzar, mejorarte… salir de una situación que parecía imposible, liberada y con más fuerza que antes.
Hoy, en este presente, quiero dar gracias.
Gracias por cada presencia, por cada palabra, por cada mano tendida.
Y ahora te pregunto a ti:
