Mi querido amigo/amiga
Cuesta admitir o por lo menos a mí, que todos somos imperfectos , y aceptar esta imperfección forma parte de nuestro proceso natural de la vida.
Cuando aceptamos y acogemos la imperfección ajena , también aprendemos a aceptar y a acoger con naturalidad la nuestra. Y eso puede resultar muy liberador: nos alivia de cargas innecesarias. Todos nosotros llevamos pequeñas taras, pero lo que realmente nos ayuda es mirarnos con ternura y comprensión.
Podría ser que el verdadero crecimiento ocurre cuando nos damos la oportunidad de rectificarnos, de intentarlo una y otra vez sin perder la esperanza. El cambio no llega de inmediato, pero si persistimos con paciencia, podemos seguir avanzando.
¿y tú que piensas?
www.raquelagelan.com