Publicado: 25-11-2024
Publicado por: Raquel Agelán Rodríguez
Etiquetas: emociones
Mi querido amigo/amiga .
¿Y si fallamos? No pasa nada. Se trata de intentarlo cuantas veces sea necesario hasta que lo nuevo se convierta en parte de nosotros.
¿Estás listo para observarte con atención y dar el primer paso hacia el cambio?
www.raquelagelan.com
¿Quién no ha deseado alguna vez cambiar ciertos aspectos de su forma de actuar, especialmente aquellos que sabemos que no nos hacen bien? Sin embargo, muchas veces nos encontramos justificándonos o actuando en piloto automático , repitiendo patrones sin siquiera darnos cuenta.
Entre las herramientas que he explorado para transformar estos hábitos, la observación intensa se ha convertido en una de mis preferidas. Esta práctica consiste en tomar el rol de un observador activo de uno mismo, colocándome en “primera fila” para analizar con detenimiento lo que hago, cómo reacciono y, sobre todo, qué pensamientos me digo frente a las situaciones externas que pueden impactar mi interior.
La observación intensa me permite captar los detalles de mis reacciones, desde los más evidentes hasta los más sutiles . Es como detener el tiempo por un momento para entender no solo el qué, sino también el porqué de mis respuestas. Este nivel de conciencia resulta crucial para no dejar escapar las pequeñas señales que nos ayudan a cambiar.
Luego viene el paso más desafiante: el cambio de hábito. Decidir cómo quiero actuar no siempre es fácil, especialmente al principio. Requiere una voluntad firme y un compromiso constante con ese deseo de transformación . Sin embargo, al combinar esta voluntad con la observación intensa, las posibilidades de éxito aumentan significativamente.
¿Estás listo para observarte con atención y dar el primer paso hacia el cambio?
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