Mi querido amigo/amiga .
Siento un reconocimiento hacia la verdad interior que tiene el brillo propio de cada persona, como si fuese la llama de una vela que atrae a quienes también están en busca de sus logros. Cuando nos permitimos ser reales, sin mascarillas, sin pretensiones y sin manipulaciones, irradiamos una energía magnética que no pasa desapercibida.
En un mundo donde muchas personas se esconden detrás de apariencias o expectativas externas, aquellos que tienen el coraje de mostrarse tal como son, pero enfocados a una mejora constante, resultan especialmente atractivos. Esta autenticidad no solo inspira, sino que también crea conexiones profundas y significativas con los demás.
Sin embargo, conectar con nuestra verdad interior no es un camino fácil. Requiere mirar de frente nuestras sombras acercarnos a ellas con tacto con amor, y si es necesario, buscar acompañamiento para atravesarlas es un acto de humildad reconocer que necesitamos apoyo , como el atleta necesita un buen entrenador para llegar a sus objetivos. Este proceso de autoconocimiento y transformación nos fortalece y nos hace brillar aún más.