Publicado: 15-04-2025
Publicado por: Raquel Agelán Rodríguez
Etiquetas: emociones

Mi querido amigo/amiga .
¿Y si detrás de una más estuviera lo que tanto buscas?
La puerta semiabierta me invita a entrar.
La empujo, la abro. miro.
Lo que veo, no me gusta.
Me voy a otra.
La empujo, miro.
Tampoco me gusta.
Empujo otra. Y otra.
No te canses de empujar puertas, ni de abrirlas.
Y, sobre todo, no te conformes con quedarte en una puerta abierta que realmente no te gusta.
Sigue buscando.
Sigue entrando.
Quédate en la que te haga sentir bien, aunque te lleve media vida encontrarla.
Una a una. Paso a paso.
Eres merecedor de todas las puertas.
Así que, adelante: