Mi querido amigo/amiga .
Cada vez que observamos en calma nuestra propia agitación y el calor que nos puede producir la ira, nos fortalecemos. En ese momento.
Comenzamos a integrar y este puede ser un buen entrenamiento en el arte del autocontrol. La motivación se hace necesaria en Este entrenamiento constante y consciente, dará frutos con el tiempo amigo: estamos formando y fortaleciendo a nuestros propios maestros interiores.
Si conseguimos cultivar esta práctica, el camino se vuelve mucho más apacible . Recorremos las sendas de la virtud con mayor claridad, y poco a poco nos convertimos en mejores compañeros, incluso lo podemos aplicar en contextos tan desafiantes como la negociación. Esta transformación nos permite vivir con más paz y armonía, tanto en nuestro interior como en nuestras relaciones.
¿Y tú como integras la agitación interior?
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