Mi querido amigo/amiga .
Si tuviera que elegir cuál es la conversación más importante de mi vida, sin duda sería la que mantengo conmigo misma. Esas conversaciones internas, en la que te sorprendes inmerso en ellas, esas que tenemos a diario pueden determinar nuestro estado de ánimo, y forjan nuestro carácter y la forma en que tratamos a los demás.
Lo que nos decimos y el modo en que lo hacemos marcan una gran diferencia. Nuestra voz interna, que a veces no deja de rumiar, puede entrenarse y reeducarse. Si la dejamos a su libre albedrío, puede volverse caótica y dañina. Aprender a ponerle límites y redirigirla es esencial para nuestro bienestar .
El trabajo personal implica un profundo autoconocimiento y una mirada honesta hacia nuestro mundo interior. Observar cómo nos sentimos cada día y, sobre todo, prestar atención a aquello que nos incomoda puede darnos pistas valiosas sobre nosotros mismos.