
Mi querido amigo/amiga .
Pienso en las emociones como una montaña rusa: nos pueden paralizar o llevar de lo más alto a lo más bajo, sobre todo cuando entró en la trampa de las expectativas y, sin darme cuenta, me pueden atrapar en un ciclo de cansancio y frustración. Y en medio de todo eso, me alejo de la verdadera plenitud a la que realmente quiero acercarme.
Parece que en estos momentos las emociones están sobrevaloradas. Creo que no se trata de negarlas, pero tampoco de engancharme a ellas . La clave maravillosa me lleva a prestar más atención al aquí y el ahora, a mí me funciona alejarme de las expectativas que me atan y me limitan. Observar mi vida con curiosidad, sin anticipar ni imponer lo que creo que "debe" suceder, me permite recibir lo que realmente me corresponde, sin forzarlo .