
Mi querido amigo/amiga .
En ocasiones, el dolor inicial ante una situación puede ser una buena guía. Si lo acompañamos con atención y curiosidad, nos permite tirar de un hilo profundo que nos conecta con nuestro interior. ¿Qué nos viene a decir ese dolor? ¿Nos corresponde hacer un cambio o es una carga ajena?
Discernir esto nos da orden, nos ayuda a hacer pequeñas correcciones y, sobre todo, nos invita a un mejor cuidado personal. Al soltar pensamientos que nos dañan, ganamos confianza en nosotros mismos y dejamos de interferir negativamente en nuestra vida y en ocasiones en la vida de los demás.
Desde el respeto hacia nuestro proceso, podemos hacer que todo continúe con más facilidad . Me encanta lo fácil y lo sencillo, sobre todo cuando se trata de relaciones. ¿Y tú, cómo tratas tu dolor inicial?