El caleidoscopio

Mi querido amigo/amiga .

La vida es profundamente cambiante. Nos monta y desmonta escenarios con la misma facilidad con la que giramos un caleidoscopio:  en un instante, las piezas se reordenan, el dibujo cambia, y todo lo anterior desaparece. Lo que ayer parecía estable, hoy ya no existe.

Frente a estos giros inesperados , hace falta valentía. Valentía para mirar de frente el nuevo paisaje que se nos presenta, con sus propios dilemas y retos. Y quizás, el primer paso —el más sano y necesario— sea la aceptación: reconocer lo nuevo, entrar en la cueva de nuestro interior y preguntarnos, con honestidad, qué recursos tengo ahora para jugar esta nueva partida.

¿Estoy dispuesta a descubrir la belleza del nuevo dibujo, aunque aún no lo comprenda del todo?

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