Mi querido amigo/amiga .
¿Qué es más difícil: cambiarse a uno mismo o intentar cambiar a otro?
Cambiarse a uno mismo es un esfuerzo monumental . Requiere tiempo, compromiso y rectificación constante. Es un proceso en el que necesitamos amor, cariño y paciencia para sostenernos en el camino.
En cambio, intentar cambiar a otra persona puede ser aterrador . Nos lleva al agotamiento, la frustración y la pérdida de energía vital. Provoca desánimo, mucho cansancio y, en última instancia, nos roba la alegría de vivir.
Por eso, enfocarnos en nuestro propio crecimiento es una opción mucho más inspiradora . Nos ayuda a superarnos, nos llena de satisfacción y, además, se puede compartir con los demás. Al final, trabajar en nosotros mismos no solo nos transforma, sino que también puede servir de inspiración para quienes nos rodean.
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